miércoles, 13 de abril de 2016

LEYENDA 3: TODO UN CABALLERO

Por el año de 1910 existió una mujer llamada LOLITA, nacida en Santiago Miahuatlán,  y casada ya con varios hijos.  Ella tenía un esposo que casi todos los días tomaba copa y pulque, cuando llegaba a casa por su estado etílico ofendía a LOLITA, la golpeaba frente a su familia.   


Ella muy valiente aguanto así varios años, hasta que fue presa del miedo y se dió cuenta que de seguir así algún día podía perder la vida porque su esposo en ese estado no se podía controlar, cada vez era mas frecuentes y duros los golpes y las palabras...


Lolita se armó de valor y decidió dejarlo para siempre, sin embargo se dió cuenta que para hacer eso se tenía que huir del pueblo y dejar todo, solamente se llevaría a sus hijos...

El día de la partida, sintió la sensación que le faltaba hacer algo y fue a despedirse, a la iglesia, de Santiago.

De la mano de  sus pequeños, se puso su rebozo y se fue a la Iglesia del Pueblo.

Allí ante Santiago Apóstol lloró y le dijo que se tenía que ir del pueblo para salvar a su familia y con el corazón en la mano le dió las Gracias a Santiago por todo y se despidió.

Ya en su casa se dió cuenta que se había tardado mucho en la Iglesia y que tenía que alistar aún más rápido las cosas porque llegaba la hora de que el marido regresaba...  por una cosa y por otra se le hizo tarde y no pudo sacar sus cosas para partir, por lo que decidió huir hasta el día siguiente...


Llegada la noche se llenó de miedo por el marido golpeador,  como era un callejón donde vivía, escuchó cuando su marido entró al callejón de su casa porque siempre gritaba para anunciar su llegada.

Por fin el hombre llegó a casa, borracho como siempre, pero tranquilo, a su vez preguntó a su esposa el porque no fue en su auxilio, Lolita desconcertada preguntó que le había pasado a lo que el esposo contestó:   "Un hombre que venía montado en un caballo me golpeó varias veces con espada en mi espalda y me dijo que no se le pega a una mujer",  dicho esto el hombre se dispuso a dormir...

Al otro día ya sin los efectos del alcohol el hombre platicando con su esposa le dijo:   "Ayer un hombre en su caballo me golpeó, tanto que me duele mucho la espalda, así que curame las heridas  porque me duelen" la esposa levantó la camisa y se dió cuenta que no tenía nada...

El hombre sorprendido dijo:  "No  te voy a golpear más,  ayer Santiago Apostol se apareció y me dijo que cuide de ti y de mis hijos, y se que fue el PATRÓN PORQUE VENIA EN UN CABALLO BLANCO"






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